Volvimos, con Mari Carmen y Grego, al lugar donde un par de meses atrás todo pasó, o mejor dicho, de todo pasó, jejeje.
Bromas aparte, disfrutamos una vez más de Hacienda la Masía en Linares, con un día espectacular y una luz maravillosa.
La felicidad está en las pequeñas cosas, en los detalles, en hacer las cosas sin buscar el interés.
Gracias Mari Carmen y Grego por confiar en mi trabajo.